Uno de los recuerdos imborrables de cuando éramos niños es, sin lugar a dudas, el día de nuestra Primera Comunión. A lo mejor, no la recordamos. Pero, podemos imaginar, sin mayor problema, todos los esfuerzos que nuestro padres, profesores y familiares hacían para lograr que sea tan especial como, por ejemplo, una lista bastante extensa que abarcaba desde el atuendo, las flores, el cirio, los recordatorios, la preparación, las fotos, la reunión. Sin olvidar, también, la elección de nuestros padrinos y todo un largo proceso que, no fue en vano, ya que, además, cumplíamos el propósito de acercarnos a Dios. La gran mayoría guarda aun, con nostalgia y cariño, alguna foto de ese día tan importante que, seguramente, hemos compartido con la gran mayoría de familiares y amigos.
En esta época, por asuntos de fuerza mayor y por nuestro propio bienestar, hemos tenido que adaptarnos a realizar esta importante ceremonia, de modo más íntimo y reservado, sin que, por ello, pierda su importancia, tomando prevenciones, pues, los chicos, en menos ocasiones, asisten a la iglesia para recibir la eucaristía. Anhelamos que todo se normalice con el pasar de los meses y poder participar de manera presencial y activa con nuestros hijos de este sacramento.
No está de más recordar que el mundo y la humanidad, para bien o para mal, están cambiando de una manera tan precipitada que solamente acciones como ésta que refuerzan la fe, esperanza y valores en nuestros niños, los acercarán a Dios y su sabiduría.
Estando próximos a la fecha y para hacer de este día “especial” para nuestros hijos, en Argentaria, tenemos varios artículos de Primera Comunión; un detalle u obsequio, por haber dado ese paso tan importante en sus vidas y que seguramente atesorarán con cariño y gratitud durante muchos años.