Se
define a la primavera como (primo-vere), que significa primer verdor, época del
año en que todo vuelve a florecer. El clima es más agradable y, de una u otra
manera, se siente un optimismo bastante especial por todas partes. Es la vuelta
a la vida misma en todo su esplendor.
Nuestros
antepasados incas, tenían muy claro, cómo sortear los períodos climáticos
basados en la observación del sol y la luna para evitar malas cosechas y
mantener los recursos para subsistir, siempre disponibles. Era una predicción
astrológica muy acertada en evidencias, que dejaba muy poco a la suerte y el
destino. Para ellos esta época del calendario significaba el riego, la cosecha
y otro mes, a espantar a las aves y pájaros. Nada más parecido a lo que, en
realidad, describe la primavera con toda esa actividad de florecimiento y vida.
Coincidencialmente,
nos encontramos, también, saliendo del aislamiento que venimos experimentando
desde finales del verano, etapa bastante difícil en la que estuvimos sacando lo
mejor de nosotros para salir fortalecidos después de haber pasado por todo tipo
de incertidumbres. Tener que acomodarnos
a nuevos retos, experimentar periodos en los que, aunque las cosas se salieron
de nuestro control, siempre con fe y esperanza, logramos llegar a un mejor
estado. Y al final, prestando mucha más importancia, a cosas que teníamos, en
cierta forma, relegadas a un segundo plano en modo de evolución, podemos
coincidir en que valoramos mejor la salud ante lo económico, lo vital ante lo
banal, la importancia de la familia y nuestros seres queridos. Apreciar la
fortuna de contar con un trabajo estable o el apoyo recibido a algún
emprendimiento que tuvimos, que debió desarrollarse para subsistir. Darle
tiempo de calidad a nuestros allegados y amigos ante la falta de un buen
abrazo, celebrar logros que aunque puedan ser pequeños no son menos importantes
por las condiciones adversas, y sobre todo, sacar nuestro lado humano para
entender y prestar o recibir apoyo, solidaridad, compasión y comprensión. En fin, un montón de experiencias y
sensaciones que, aunque no olvidaremos, servirán de punto de partida en esta
nueva etapa.
La
naturaleza nos está dando una nueva oportunidad en mejores condiciones. Les
deseamos a todos nuestros clientes, proveedores, colaboradores y amigos que
este periodo de siembra, que tanto trabajo ha costado, se traduzca en la mejor
de las cosechas.
Al
equipo de la familia Argentaria, también, nos tomó por sorpresa toda esta
situación local y mundial. Pero, ya logramos salir adelante, llegando la
primavera, con nuevas reglas de juego para garantizar la seguridad, felicidad y
salud de todos. Nuestra tienda física, está nuevamente abierta y cumple con todos
los estándares. Nuestro servicio de delivery o recogida en tienda, está a un
clic y nuestras redes sociales y página web, están con renovadas sorpresas y
beneficios para todos. Te invitamos a revisarla. Y a continuación, te mostramos
un par de cosas que puedes encontrar allí, y que nos parece grato mostrar en
esta primavera.
Ramo
de 2 rosas eternas
Estas
rosas tienen un efecto especial gracias a su acabado plata brillante. Puedes
hacer un arreglo de flores, o simplemente, acomodarlas sobre una superficie donde
contraste y resalte su brillo. Un producto que te dará años de satisfacción y hará
lucir tu sala, estudio, o espacio favorito como algo mucho más que especial y
muy tuyo. Casi no requieren mantenimiento.
Ramo
de 3 cartuchos eternos
Los
cartuchos, tienen un significado especial para la vida en sí y son la
representación de la estación que estamos comenzando. Son fáciles de acomodar
en cualquier parte de la casa y se destacarán sin mayor problema, ya que
iluminan por sí solos, tanto la vista, como por el significado y buenas vibras
que nos traen.
Florero
Alto Coco
Es sin
dudas uno de los floreros más lindos que hay, representa todo el trabajo,
esfuerzo y técnicas de nuestros artesanos peruanos sobre los metales nobles. Toda
la herencia y tradición en una obra de arte difícil de pasar por alto, por sus
magníficos detalles y elegancia. Es una pieza que destaca por sí sola en cualquier
parte de nuestra casa.